CABALGA AL DRAGÓN

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No se trata de pensar en la respiración ni en sus sensaciones, sino tan sólo de sentirla, de cabalgar sobre sus olas.





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Lindsey Stirling - Elements (Dubstep Violin Original Song)

Cabalga el dragón,
monta a la bestia furiosa
que ruge entre mis piernas,
que palpita invisible,
a la vista de todos,
por tu simple presencia.

Cabalga al dragón,
atrévete a acariciar su lomo bestial,
a recorrerlo con tus dedos de seda,
erizando cada una de sus escamas de porcelana,
dejando el rastro de tu perfume
por toda su superficie,
enloquécelo
para que desee ascender
al cielo de tu vulva.

Cabalga al dragón,
deja que sus labios toquen
los tuyos con su toque ardiente,
que inflame tu pecho de pasión,
que te arrebate el aire de los pulmones,
penetrando tu cuerpo como un huracán,
dejando seca de vida tu sangre,
helándola en un estertor supremo
que te arranque gemido de éxtasis
desde lo más profundo de tu ser.

Cabalga al dragón,
invócalo
con el contoneo de tus caderas de serpiente,
vuélvete reptil
para hablar el mismo lenguaje
que el dios que mora eterno
en las nubes del éxtasis,
agita tu cuerpo,
ondulándolo como una ola,
repliégalo sobre el cuerpo del dragón,
para volveros uno.

Cabalga al dragón,
sométete a su voluntad,
que el huracán que desata en tu cuerpo
te maneje con hilos de marioneta,
para que se apodere
de los interminables campos
de piel suave y mies dorada
que se extienden por tu espalda,
para que se nutra
del sabor salado de tu carne
y beba de las perlas
que el sudor hace brotar,
lentamente,
de las fuentes de tus poros.

Cabalga al dragón,

sentada sobre su rostro,
con su boca como asiento,
mientras la aguda y bífida lengua
te habla en un idioma de deseo,
en una caricia interminable,
con la que desata nuevas sensaciones en tu cuerpo,
desarrollando todo un abanico
de nuevas sensaciones
que te hacen hablar
en una lengua desconocida
con el verbo de tus jadeos.

Cabalga al dragón,
toma su falo en tu boca,
devora con ansia voraz su esencia,
empapando tu rostro,
llenando tu boca a cada pulsación,
derramando su semilla en ti,
impregnando tu cuerpo
con su esperma de cremoso dulce sabor,
sal de una ola de mar
espumosa y rugiente
en la punta de tu lengua.

Cabalga al dragón…
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